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El Mató a un Policía Motorizado okupó Asunción con un rifle

El Mató a un Policía Motorizado regresó a Asunción luego de 8 años y encapsuló su sonido envolvente en una húmeda noche asuncena que transpiró de emoción.

La banda de La Plata, Argentina, se presentó en Sacramento Brewing Co., donde por primera vez tocaron las canciones de su aclamado último álbum ‘La Síntesis O’Connor’, que sus seguidores paraguayos venían esperando escuchar en vivo desde su salida en 2017, más una pandemia después. 

Lejano se encontraba aquel año 2014, cuando El Mató tocó por última vez en nuestra capital; en tiempos donde se hospedaban en pequeños hostales, cargaban sus propios equipos y compartían escenario con emergentes bandas del indie local, cuya escena comenzaba a forjarse, siendo los platenses la máxima inspiración a nivel regional.

Hoy en día, El Mató ya es la banda indie rock más importante de Latinoamérica y llenan el estadio Malvinas Argentinas. Un fenómeno que en la noche del jueves se tradujo en la presencia de viejos y nuevos rostros, que cantaron todo el repertorio del grupo, que comenzó su set con “El Magnetismo”, una atrapante apertura con Santiago Motorizado cantando melancólicamente, con los sintetizadores y los gritos de la gente de fondo, que iniciaba su órbita hacia una nueva expedición sonora.

Atrás quedaba la desazón por no poder verlos a ellos, y muchos más, en la suspendida edición de Asunciónico 2022.

La ruta de canciones estuvo marcada en base a sus dos últimos discos, siendo ‘La Dinastía Scorpio’ (2012) la anterior a ‘La Síntesis O’ Connor’, mismo nombre del segundo tema de la noche, seguido de “La Noche Eterna” y “El Perro”, su single independiente de 2019.

Luego de los multi coreados “Mas o Menos Bien” “Luces” y “Yoni B”, tocaba el turno a “El Tesoro”, el encantador hit que los colocó en el mainstream de su país e hizo que el propio Fito Páez cante esa canción con su piano, junto a un tímido Santi Motorizado.

La lluvia que rodeaba al recinto no se sintió, debido al muro de sonido que El Mató construyó en sus paredes y techo, donde los truenos estuvieron a cargo de la batería de Doctor Muerte y el bajo de Santiago Motorizado, mientras que los relámpagos eran las guitarras de Pantro Puto y Niño Elefante. Por su parte, la energía no se cortó, por los aportes electrónicos de los sintetizadores de Chatrán Chatrán, con ayuda de un percusionista que se ilumina en la parte final de la canción “Destrucción”.

La hegemonía de canciones lanzadas en la década pasada, como “El Mundo Extraño” y “El Fuego que Hemos Construido”, acabó cuando hicieron vibrar el piso de cemento, con las detonaciones que acentúan profundamente al tema “La Otra Ciudad”, su nueva realización que musicaliza Okupas, la popular serie argentina de los 2000, que revivió el año pasado para toda una nueva
generación. 

Esto sucedió luego de una pausa que la gente y los músicos se merecían, antes de seguir y coronar una noche ruidosamente melódica que continuó con “Ahora imagino cosas” y el inesperado “Fuego”.

Pero las sorpresas no iban a acabar ahí, luego de “Chica de Oro”, los presentes quebraron sus gargantas al doloroso grito de “Chica Rutera”, que para ese entonces, ya parecía ser el cierre de una jornada épica.

Los oídos del público estaban saturados y las cuerdas vocales desafinadas, pero los cuerpos permanecían intactos, por lo que había que sudar y golpearse un poco, en el últimísimo tema que El Mató sacó de la galera, para curar el alma de sus seguidores de la “vieja escuela”, al son de: “Ahora estoy arriba de mi casa con un rifle”.

Fue así que un liberador pogo se desató cuando las guitarras apenas comenzaban a anunciar el inicio del tema “Mi Próximo Movimiento”, que data del año 2008, de su EP ‘Día de los Muertos’.

 El mismo desembocó en el choque de cuerpos entre los nuevos y viejos fans, reunidos por esta agrupación que, más allá de su atractivo musical, representa varios estados de ánimo complejos y convierte en arte las adversidades de la vida, dónde lo triste se vuelve optimista y los corazones rotos se vuelven a enamorar.

OBS: las fotografías fueron publicadas por la banda. 📷 @marioachucarro_fotografia




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