Asunciónico – Día 1: Pavorosa multitud y cátedra de los que saben

Apenas se había confirmado el line-up del Asuncionico 2024, los memes burlones acerca de la “ancianidad” de acaso el trio de bandas más sonadas del evento no se hicieron esperar. De todas formas, resultaba perfectamente comprensible; haciendo un poco de historia, The Offspring se formaron en 1984, Blink 182 en 1992 y Limp Bizkit en 1994. Los no-tan muchachos tienen ya décadas en el ruedo y el estilo de ellos data de épocas acaso anteriores como el pop punk o el nu metal tan populares hace tanto como MTV pasaba incasablemente sus videos. Sí, los memes estaban acorde.

Lo que también fue congruente con esta nueva edición del festival es la impresionante capacidad de estos vejetes de sacar a pasear a varias bandas disque más lozanas. Nuevamente, por razones de logística, en la primera fecha llegué apenas Limp Bizkit iniciaba su presentación con “Turn It Up, Bitch” de su nuevo disco “Still Sucks” del 2021. ¡Y qué show, amigos! Lo primero a destacar es que el grupo nuevamente cuenta con la formación original: Sam Rivers, en el bajo, John Otto, en batería, DJ Lethal, Wes Borland, en guitarras, y Fred Durst, en voz. No es un detalle menor; siempre da gusto ver a una banda con todos sus históricos y uno incluso puede afirmar que esta condición inyecta al mismo grupo una dosis extra de energía, como pudimos apreciar en esa hora de show. Incluso me atrevería a sentenciar que el quinteto de Jacksonville disfruta de una mejor forma que aquella presentación del 2011.

En cuanto a las canciones, no es que faltaron los hitazos; el setlist fue conformado exclusivamente por ellos. Incluso me cuesta decidir uno más celebrado que otro, pero podemos decir que “Rollin’ (Air Raid Vehicle), con su breve y genial guiño a Proud Mary, “Behind Blue Eyes” y “Nookie” se llevan los primeros lugares. Sin embargo, ese final con “Break Stuff”, que de por sí es todo un himno generacional, fue un extra muy aventajado gracias a la presencia de Agustín en el escenario, un chico que, valga la redundancia, no se achicó ante el desafío de cantar semejante temazo junto a sus ídolos. La fiesta, pese a contar con un sonido relativamente adverso en general, fue total. Incluso dio pie a uno de los más comentados momentos en la historia del festival con ese “napiho” que todos los presentes recordarán acaso siempre.

Le siguieron los Blink 182, el trio que debió haberse presentado el año pasado aunque no llegaron por un dedo. Este detalle tampoco es mínimo, porque la agitación en el público masivo era notable. Y hablando de la asistencia, la de la primera fecha fue realmente impresionante, con gente abarrotando cada rincón del recinto, aguardando la presencia de Travis Barker, Mark Hopus y Tom DeLonge, cuyo retorno al grupo se produjo en el 2022; de manera que también aquí contamos con la formación original del trio californiano.

Su show de poco más de hora y media fue sumamente enérgico y destacadamente ajustado, especialmente por parte de Travis, quien aporrea su batería como si le debiera plata. Los otros dos integrantes la pasan bastante bien y hasta hacen parecer que se trata de un muy distendido ensayo frente a una gran muchedumbre. La interacción con la gente es constante y es aquí donde se destaca el humor de la banda, muy enclaustrada en lo que se llama “toilet humor”, con una infinidad de bromas escatológicas, que en cierto punto rozaron lo abusivo. Pero, ¡hey! Es el estilo del grupo y a eso vinieron, y cumplieron.

Incluso supieron vencer ese extraño momento en el que Tom se retiró del escenario debido, según él, a un repentino mareo que le hizo vomitar bastante. Mark y Travis realizaron un improvisado set de solos muy celebrados por los espectadores. Al completarse la formación completa, el trio logró acaso su mejor momento con “Stay Together For The Kids” antes de llegar a esa seguidilla de hits que enloqueció a las miles de personas ahí presentes. La espera de un año había valido la pena.