Arcade fire

Asunciónico día 2: Sorpresa, nostalgia y emoción

Llegué al día siguiente, en medio de un despiadado calor abrazador, justo cuando Jungle arrancaba su presentación. La agrupación británica de R&B, funk y soul electrónico constituía el punto más curioso para este servidor, porque si bien conocía poco de su propuesta, estaba familiarizado con la calidad de la misma. Y el show fue precisamente eso: un show. Su estilo podría ser comparado a grupos más bien setentosos, como KC & The Sunshine Band o Earth, Wind & Fire, por citar un par, aunque la banda sea relativamente joven en comparación a los ya mencionados más arriba.

La agrupación es comandada por Josh Lloyd, Lydia Kitto y Tom McFarland quienes alternan teclados, bajo y guitarras con asombrosa naturalidad, en medio de exquisitas melodías vocales y relajados pasos de baile, con canciones que amenizan la tarde hasta incluso hacer olvidar el calor: sí, sonaron así de frescos! ¿Algún punto a destacar? Todo el setlist, que hizo bailar hasta al más esquivo. Para mí, la sorpresa y revelación del festival.

Así da gusto… apenas comenzaba este periplo musical y ya todos teníamos esta sonrisita cómplice en nuestras sudadas caras.

En el otro escenario principal, Trueno tomó la posta y no defraudó. Este pibe de apenas 21 años parece todo un experto sobre el escenario, cuyos temas se pasean entre el rap, hip-hop y freestyle, con pinceladas de trap, pero que ganan bastante fuerza en vivo gracias a muy buenas guitarras distorsionadas y un excelente apoyo vocal, como sucedió con “Atrevido” o “Tierra Zanta” hasta llegar a ese final a toda fiesta con “Dance Crip”. La cosa, que había tenido un arranque inmejorable, pintaba muy bien.

Entonces llegó el turno de los otros lekas del festival. Pero he ahí que los viejos tienen esa deslumbrante capacidad de llevarnos a un nostálgico viaje y eso fue precisamente lo que hicieron los Offspring. Apenas el arranque de su show produjo un vínculo casi inmediato entre público y artista. Tras apenas cinco canciones, tanto el vocalista Dexter Holland como el guitarrista Noodles comenzaron a elogiar a los presentes, alabando la energía y voces, y no se detuvieron hasta el final. Ellos, por su parte, no se guardaron nada. Su setlist también exuda una notable cantidad de hitazos, todos ejecutados al mango. Aquí el pogo volvió a hacerse presente, aunque de manera más amistosa. Se notaba que la jornada anterior había hecho de las suyas.

Mención aparte para la sesión vocal de Noodles, remedando a Freddie Mercury, pero con una línea jocosamente diferente, que dio pie a un entusiasmado cántico del público. “Wrap It Up?”, pensó escuchar el violero. Si Fred Durst había dicho “Napiho”, ya sabes cuál es la frasecita en guaraní. Una hora de contundente show.

Seguidamente y de forma puntual, Arcade Fire traía el plato fuerte de la fecha. Los canadienses comenzaron, tocaron y terminaron con una energía envidiablemente contagiante, especialmente de la mano de sus dos prominentes figuras: Win Butler y Regine Chassagne. Pero el resto de la banda no se queda atrás; similar a Jungle, estos músicos también invertían instrumentos como si de medias se tratase, sin que esta condición comprima la entrega sobre el escenario. Incluso un improvisado compañero de concierto, con una remera notablemente heavymetal, me confesó que se encontraba sorprendido por la versatilidad y calidad musical de la banda. Y razón tenía; a lo largo de hora y media, Arcade Fire llegó a puntos emotivos hasta las lágrimas.

Es que si con The Offspring sucedió eso del vínculo, con Arcade Fire la cosa fue conexión instantánea. Ambas partes parecían gozar conjuntamente y se reflejaba cada vez más en cada canción. Win se paseó por el público y agradecía perseverantemente. Particularmente disfruté como niño con juguete nuevo con “Reflektor”, “Age of Anxiety” y, categóricamente con “Sprawl II” (hipnótica Regine en medio del público) y “Unconditional I”. De todas formas; si estuviste ahí, podés elegir tu momento favorito del setlist y posiblemente no
estés equivocado. Así de fantástico estuvo.

Y a juzgar por el comentario general, todos los grupos locales que no pude ver, como Flou, Nhandei Zha, Ripe Banana Skins, Ciudad Mansa, Per Se y demás, estuvieron a la altura de sus colegas internacionales. Es de celebrar que la calidad local va in crescendo. Asimismo grupos como Thirty Seconds To Mars, Nafta, Dayglow y The Driver Era, recibieron igualmente comentarios sumamente positivos. Efectivamente: así de fantástico!




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